lunes, 12 de mayo de 2014

El lagarto Arnao


Timon lepidus.-

Cuando paseamos por aquellos entornos naturales que presentan una vegetación escasa o amplias zonas exentas de maleza es extraño no disfrutar de las apariciones de lagartos de un tamaño considerable.

Así simplemente paseando por esas pasarelas de madera, que facilitan los paseos, salvaguardando nuestro camino de las inconstante orografía del terreno, podemos apreciar como a nuestro paso se esconden estos saurios bajo el entablado de estos paseos.

-- ¿Saurios...?

- Si, Saurio, Lagarto, Lagarto ocelado o como por aquí se llama Lagarto arnal.

-- ¿arnal dices?... Arnao!!, Lagarto arnao de toda la vida!!!... manía de ponerles nombres a los lagartos..

-- ARNAO!!!

- Vale, vale... arnao... yo es que he ido a la vikipedia y... Arnao, yastá...


Así que con paciencia esperamos a que nuestro protagonista coja confianza, sabiendo que podemos optar a disfrutar de su hipnótica presencia.


Poco a poco sin prisas pero sin pausas, nuestros "Timones" (Arnaos), se apostan lentamente a disfrutar de ese solecito primaveral, que ayuda a subir la temperatura corporal.


Aclarando, cuando es pequeñito no posee estas tonalidades verdosas de círculos azulados, es mas bien marrón y amarillo... y guapo, muy, muy guapo.

Pero como trepador vegetal, deja mucho que desear. Si bien en la juventud se hacen cosas de las que uno con el tiempo se arrepiente , si encontráis uno en esta guisa.



Al acercarle la mano para que el pueda asegurase a algo fijo y descender.


Os lo agradecerá eternamente...



De grande sigue siendo el mismo, pero con más arrugas y mostrando unas tonalidades marcadamente bellas.


Con un tamaño respetable y en un remanso de paz, nuestro amigo disfruta de esas cálidas piedras, que aportan protección y naturalmente una base agradable para pasar el día.



Cuando la vegetación, ante el abandono de los prados y campos de cultivo, se hace más espesa e impracticable, nuestro amigo el timón lepidus desaparece y en su lugar otro "colega", con más aptitudes trepadoras retoma el testigo caído.



Lacerta schreiberi Bedriaga.-

Ese es el nombre en latín del llamado lagarto verdinegro o lagarto das silvas (en gallego). El cual en su infancia recuerda perfectamente al pequeñuelo del Timon, aunque sus enooormes ojazos lo delatan perfectamente.



Nuestro amigo es un gran nadador, un trepador perfecto, y ha hecho de la cobertura vegetal su reino, para ello ha reducido dimensiones y no alcanza a mostrar las tallas impresionantes de su "colega" de los claros.


Eso sí, llegada la primavera esa cabecita azul del "lagarto das silvas" se hace ciertamente espectacular.

-- ¿Largarto das silvas?......

- Ya estamos.... Si.

-- O sea, otro Arnao!!

- No, Arnao era el otro, este es lagarto verdinegro o "das silvas".

-- No, este es Arnao... con la cabeza azul...pues Arnao de cabeza azul.. tanto rollo, tanto rollo..

- Ta-bien... Arnao azul... Ayyy, señor, señor, señor, menos mal que el latín no se ha extinguido del todo.



Pues a lo que iba, estas son las características de nuestro pequeño Arnao azul.. el cual en estas imágenes que os muestro, se encuentra de mal humor (por tanto cambio de nombre).


Así que cuando encontréis un lagarto totalmente inmóvil en esta pose, si se encuentra al descubierto, darle un toque con el pie para que se esconda, (patadas no), esto es para evitar que se convierta en comida de cernícalo, en un visto y no visto...

Un saludo desde donde nacen la nubes.

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